Para conocerme nos remontamos al año 2005, al mes de
septiembre y al día 1, ya que esa es la fecha en
que vine al mundo. Ahora soy
Leyre, una niña de ocho años un poco especial, os cuento por qué a
continuación.
En el año 2006, es decir cuando tenía solamente un añito, mi
mamá y mi papá se dieron cuenta que iba uno, dos o tres pasos por delante del
resto de los niños, ya que tenía ciertas habilidades que los niños de mi edad aún
no habían desarrollado. Yo ya sabía hablar, leer y escribir con soltura, además
de andar y correr con mucho equilibrio. Por ello me adelantaron muchos cursos,
y cuando llegó el día de decidir mi futuro entendí porque había nacido con ese
don, yo debía enseñar. Decidí ser maestra porque creo que el tener una
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Estoy muy contenta de la vida que tengo, pero me estoy
planteando llevar mi profesión más allá y no solo dedicarme a enseñar a los
niños, sino también a los padres, ya que parece que cuando se tienen hijos se
olvida todo lo que pensabas en la infancia. Mi objetivo es recordarles las
motivaciones de los niños y acercarle a su mundo para que puedan crear un
ambiente familiar cómodo y distendido, teniendo en cuenta el punto de vista
cercano a los niños.
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